viernes, 25 de mayo de 2012

El olivo, un árbol casi inmortal

El tronco de olivo joven es delgado, pero con el tiempo se vuelve más grueso hasta que su circunferencia mide varios metros. Algunos árboles viejos tienen varios siglos, incluso milenios. Se dice que en el Monte de los Olivos de Jerusalén, algunos olivos que fueron testigos de la detención de Jesús por parte de los romanos aún están vivos.

Este prodigio de la naturaleza se debe al hecho de que el olivo produce unos renuevos a partir de sus raíces. Cuando el árbol se vuelve demasiado viejo y demasiado débil para resistir, su tronco se vacía y unos rebrotes emergen de la tierra para tomar el relevo. Es el mismo árbol que se mantiene así en vida.

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